Todos nos movemos por sueños y esperanzas, con la esperanza de ver que un día se cumplen. Yo me instalé en Tudela hace ya unos años y empecé a luchar y luchar con todas mis fuerzas para que el sueño de ser propietaria de un local con tapas y copas se convirtiera en realidad.
Deseaba que ese lugar de encuentro al que le pusimos el nombre Malkerida, tuviera un plus especial, que no se limitara a ser solo un lugar donde se puede tapear y beber vinos y cerveza. Quería que se convirtiera en lugar de encuentro entre la cultura y las personas, donde todos los amig@s, clientes y personas en general, disfrutaran. Y en donde el buen ambiente hiciera que ese día y encuentro fuera algo especial. Una buena copa, una tapa preparada con todo el cariño del mundo, y tod@s sintiéndose especiales, con buenas vibraciones y escuchando un grupo en directo, o un recital poético, una exposición artística pictórica, escultórica, cine, actividades para los niños, un mercadillo solidario, una conferencia… en definitiva un lugar en el que las inquietudes artísticas de todo tipo se pudieran disfrutar en buena compañía durante un momento de ocio.
Mis objetivos son mantener ese equilibrio entre el disfrute de la cultura y del ocio, y conseguir que los clientes y amig@s se sientan como en su casa o mejor, y que los abrazos, las notas de música escuchadas, las palabras de las conversaciones y los minutos pasados en el local, cobren esa magia especial de la felicidad, y que nos llene y envuelva a tod@s. Esa es la intención, el camino y el rumbo de mi gestión de Malkerida junto al equipo de profesionales que me acompaña y me ayuda a no perder de vista esos objetivos y esa visión ética que envuelve mi proyecto.
Viktoria Vladimirova Stoeva
