Pues sí, podríamos haberlo llamado ‘Co-service’ y haberos contado las bondades de este sistema, que os permite hacer ejercicio de ida y vuelta a la barra, con lo bueno que es eso para el cuerpo, que hasta se os notará en la piel y en el brillo del pelo. Y encima en el camino podéis cruzaros con gente, charlar, y, quién sabe?, intercambiar teléfonos… Y todo esto al aire libre, con el aire tan bueno y tan limpio que tenemos en Tudela, además con amig@s y disfrutando del tiempo libre, cero estrés, hasta lo recomendarían los médicos. Y todo gracias a Malkerida.
Pero no. Ni engaños, ni tapujos, ni disfraces… es la puta crisis. Cada vez más costes y también menos ingresos. ¿Qué hacer?. Nos planteamos deciros algo como: «no rescates un banco, rescata un bar», o recordaros la dureza con la que nos ha castigado a l@s hosteler@s la pandemia. Podríamos haber calculado cuántos campos de fútbol se llenan con las pérdidas de estos 3 años y contároslo en un anuncio con cachorritos, y pediros ayuda justo cuando estuvierais a punto de llorar. Y subir los precios, como está pasando en todas partes, que es algo que entiendo y respeto totalmente, porque tod@s estamos tratando de sobrevivir y cada uno lo hace como cree mejor. Pero en mi bar se da la circunstancia de que la persona que se ocupaba del servicio de mesas se ha ido, y lo que vamos a hacer es, de momento, no cubrir su puesto y pediros que os llevéis la comida y la bebida vosotr@s mism@s a la terraza.
La subida de la factura de la luz en Malkerida pagaría más de un sueldo, la subida de la bebida y los alimentos con los que preparamos las tapas, raciones y demás, otro sueldo. Cuando os llevéis la bebida a la mesa podéis acordaros de tod@s es@s camarer@s que ahora son luz y raciones. Yo también preferiría tenerlos aquí.
Va a funcionar así: se pide en la barra y os lleváis puesta la bebida, si habéis pedido comida os daremos un avisador, y cuando esté lista, hace lo suyo y venís a por ella. Luego nosotros limpiamos las mesas. Por lo demás: la comida, las copas, la terraza cubierta con estufitas y mantas, el buen rollo, todo eso como siempre. Y el cariño que ponemos en nuestro trabajo, de eso incluso más, eso no hay inflación que lo reviente.
Os escuchamos, como siempre, aquí, en las redes, y en Malkerida, pero, en este último caso, tendréis que venir a la barra.
Gracias. Siempre.